La estación

La estación de mi pueblo. Zalamea la Real.

© Champollion Photo 2015

Nunca tuve ocasión de ser viajero en sus andenes porque el tren minero dejó de prestar servicios antes de yo naciese, pero tengo presente siempre la expresión de mi madre: "por esta cuesta bajaba un río de personas que venían de trabajar en las minas de Río Tinto".

Me gusta pasear en silencio por los carriles que hoy recuerdan el trazado de las viejas vías, ya sin raíles ni traviesas, pero que aún impregnan el aire del olor del hollín y el aceite de las viejas máquinas. Y cuando aguantas la respiración puedes seguir escuchando el silbido del vapor de las máquinas y el "chacachán" perezoso de las bielas que se quedó grabado en el viento como un eco eterno.