El Valle de Manzanedo, en el interior de las Merindades de Burgos, a las puertas del Parque Natural del Alto Ebro y Hudrón, se esconden las ruinas del Monasterio Cisterciense de Santa María de Ríoseco.
Empezado a levantar en su actual ubicación en 1204, es en el siglo XIX donde comenzará su declive con la invasión francesa que lo expolió y saqueó en varias ocasiones siendo la amortización de Mendizábal de 1835 la que terminará con su existencia.
Aunque su iglesia permaneció en uso hasta los años 60 del pasado siglo XX, las ruinas circundantes debido al abandono por el desinterés general, lo convirtieron en un lugar de tránsito peligroso.
En la actualidad se encuentra en rehabilitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, deja tu comentario sobre la foto. Muchas gracias